> HISTORIA Y GEOGRAFIA NIVEL MEDIO: GRECIA CLASICA

Bienvenidos!

¡Bienvenidos!

Este blog es un espacio diseñado para los alumnos del nivel medio. Aquí encontrarán programas, contenidos y actividades de la asignatura Historia y Geografía. También podrán acceder a distintos recursos, diarios, películas, videos, textos, música y otros que contextualizan los temas desarrollados en clase.

Prof. Federico Cantó

Mostrando entradas con la etiqueta GRECIA CLASICA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta GRECIA CLASICA. Mostrar todas las entradas

martes, 11 de febrero de 2014

PERICLES, Por Indro Montanelli


PERICLES

En el libro Historia de los Griegos de Indro Montanelli

La mayor fortuna que puede tenerse en este mundo es nacer en el momento oportuno. Muy probablemente cada generación tiene sus Césares, sus Augustos, sus Napoleones y sus Washington. Pero si les toca actuar en una sociedad que no les acepta por demasiado acerba o demasiado marchita, acaban, habitualmente, en vez de en el poder, en la horca o en la oscuridad.

Pericles fue uno de los pocos venturosos. Tuvo de su parte tantas y tan felices circunstancias, se encontró dotado de cualidades que tan bien respondían a las necesidades de su tiempo, que la Historia —que siempre se inclina ante la suerte— ha terminado por dar su nombre al más glorioso y floreciente período de la vida ateniense. La Edad de Pericles es la Edad de Oro de Atenas.

Era hijo de Jantipo, un oficial de marina que en Salamina conquistó los galones de almirante y mandó la ilota en la victoriosa batalla de Micala; y de Agarista, sobrina segunda de Clístenes. Era, pues, un aristócrata, pero ligado ideológicamente al partido demócrata: el de más seguro porvenir. Alga debía designarle desde niño a una posición de primer plano, porque desde entonces se hizo circular sobre su origen una leyenda que ponía en causa la sobrenatural. Decíase que Agarista, poco antes de traerle al mundo, había sido visitada en sueños por un león. En realidad, el pequeño Pericles no mostró mucha semejanza con el león. Era más bien delicado y débil, con una curiosa cabeza en forma de pera, que después se tornó en blanco de las malas lenguas y de los chansonniers de Atenas, que la hicieron objeto de infinitas burlas. Pero su familia le dio desde el principio una educación de príncipe heredero, y él la aprovechó con mucha inteligencia. Historia, economía, literatura y estrategia eran su yantar cotidiano. Se lo proporcionaban los más insignes maestros de Atenas, entre los cuales destacaba Anaxágoras, al cual el discípulo siguió después mostrando profundo afecto. De chico, Pericles debió de ser prematuramente serio, precozmente imbuido de su propia importancia y con destacadas características de «primero de la clase », bien impopular entre sus coetáneos. Porque desde el primer momento que entró en la política —y entró muy pronto— no cometió ninguno de esos errores en los que habitualmente caen, por atolondramiento, los debutantes. Lo prueba el sobrenombre de Olímpico que en seguida le atribuyeron y que usaron también sus adversarios, aun cuando fuese con un asomo de ironía. Había verdaderamente en él algo que parecía provenir de lo alto. Tal vez era su modo de hablar que suscitaba esa impresión. Pericles no era un orador fecundo, enamorado de su propia palabra, como Cicerón o Demóstenes. Raramente pronunciaba discursos; cuando lo hacía era brevemente, y se escuchaba, eso sí, mas para controlarse, no para embriagarse. Tenía la lógica geométrica de la estatuaria y de la arquitectura de aquel período. En su fuero interno, no existían pasiones. Había solamente hechos, datos, cifras y silogismos.

Pericles era un hombre honesto, pero no a lo Arístides que de la honestidad había querido hacer una religión en medio de compatriotas estafadores, que querían ser administrados por un hombre de pro que, sin embargo, les dejase continuar sus latrocinios. Como Giolitti, Pericles fue honesto de sí, y, efectivamente, salió de la política con el mismo patrimonio con el que había entrado; mas para los demás se mostró tolerante. Y fue sobre todo por este buen sentido, creemos, que los atenienses no se cansaron de elegirle para los más altos cargos durante casi cuarenta años seguidos, desde 467 a 428 antes de Jesucristo, y reconocieron a su cargo de strategos autokrator más poderes que cuantos le reconocía la Constitución.

Demócrata auténtico, aunque sin gazmoñería, Pericles no cometió abusos. Para él, el régimen mejor era un liberalismo ilustrado y de progresivo reformismo, que garantizase las conquistas populares dentro del orden y excluyese la vulgaridad y la demagogia. Es el sueño que acarician todos los hombres de Estado sensatos. Pero la suerte de Pericles consistió precisamente en el hecho de que Atenas, después de Pisistrato, Clístenes y Enaltes, estaba en condiciones de poderlo realizar y contaba con la clase dirigente adecuada para hacerlo.

La democracia, sancionada por las leyes, hallaba aún algunas dificultades de aplicación a causa del desequilibrio económico entre clase y clase. Pericles introdujo la «quinta» en el ejército, de modo que el servicio de las armas no acarreara, para los pobres, la ruina de la familia y concedió un pequeño estipendio a los jurados de los tribunales, a fin de que tan delicada función no fuese un monopolio de los ricos. Extendió la ciudadanía a varias categorías de personas que por una razón u otra estaban inhabilitadas para ella, pero impuso, o se dejó imponer, una especie de racismo que prohibía la legitimación de los hijos habidos con un extranjero. Medida absurda, que más tarde él mismo había de pagar.

Su mejor arma política fueron las obras públicas. Podía emprender cuantas quisiera, porque con los mares libres y con una flota como la ateniense, el comercio navegaba a toda vela y el Tesoro rebosaba dinero. Y, por lo demás, todos los grandes estadistas son también grandes constructores. Pero lo que distingue a Pericles de los otros no es tanto el volumen como la perfección técnica y el gusto artístico que quiso imprimir a sus realizaciones. Disponía, desde luego, para llevar a cabo su obra, de hombres ido-neos: maestros como Ictino, Fidias, Mnesicles. Pero fue Pericles quien les llamó a Atenas, seleccionándolos y supervisando los planes. Así, bajo su mandato, fue realizado el amurallamiento que Temístocles proyectaba para aislar, tierra adentro, la ciudad y su puerto. Viendo en él una fortaleza inexpugnable los espartanos mandaron un ejército para destruirla. Pero resistió. Pericles encontró algunas dificultades para convencer a sus conciudadanos de elevar el Partenón, la más grande herencia arquitectónica y escultórica que Grecia nos ha dejado. El presupuesto preveía un gasto de más de diez mil millones de liras. Y los atenienses, por mucho que amasen lo bello no estaban dispuestos a pagar tanto. Es característica de Pericles la estratagema a la que recurrió para convencerles. «Bien —dijo, resignándose—, entonces consentidme que lo construya por mi cuenta, quiero decir que en el frontón, en vez del nombre de Atenas, será inscrito el de Pericles.» Y por envidia y emulación se consiguió lo que la avaricia había impedido. Aunque pasase por frío, y acaso lo fuese, como todos los hombres dominados por la ambición política, también Pericles pagó un día el peaje a la más humana de todas las debilidades —el amor—, y perdió la cabeza por una mujer. La cosa era un poco embarazosa por dos razones; primero, porque ya estaba casado y hasta entonces se había mostrado como el más virtuoso de los maridos; y después, porque aquella de quien se prendó era una forastera de pasado y aspecto más bien discutibles. Aristófanes, la lengua más mordaz de Atenas, decía que Aspasia era una ex cortesana de Mileso, donde había administrado una casa de mala nota. No tenemos elementos para confirmarlo ni para desmentirlo. De todos modos, habíase trasladado a Atenas, donde abrió una escuela no muy diferente de la que Safo fundara en Lesbos. Aspasia no escribía poesías, pero era una intelectual que luchaba por la emancipación de la mujer, quería sustraerla al gineceo y hacerla partícipe de la vida pública, en paridad de derechos con el hombre. Son cosas que hoy nos dejan indiferentes, pero que entonces parecían revolucionarias. Aspasia ejerció un gran influjo sobre las costumbres atenienses creando aquel prototipo de «hetaira» que después volvióse corriente en la ciudad. No sé sabe si era bella. Sus ensalzadores nos hablan de su «voz argentina », de sus «cabellos de oro», de su «pie arqueado»: detalles que pueden ser también los de una mujer fea. Pero fascinante debía de serlo, pues todos están concordes en loar su conversación y sus maneras. Alguno dice que, cuando Pericles la conoció, era amante de Sócrates, quien, poco apegado a las mujeres, se la cedió gustoso y siguió siendo su amigo. Ciertamente, su salón era frecuentado por el mejor ambiente de Atenas. Acudían a él Eurípides, Alcibíades, Fidias. Y sabía entretenerles tan bien, que Sócrates reconoció, tal vez exagerando un poco, haber aprendido de ella el arte de argumentar.

Fueron sin duda esas cualidades intelectuales, más que las físicas, las que sedujeron al Olímpico, que esta vez no resistió a la tentación de descender a tierra y comportarse como cualquier mortal. Parece ser que, por conveniencia, se decidió en aquel momento a darse cuenta de que su mujer era poco menos virtuosa que él. En vez de reprenderla, le ofreció muy gentilmente el divorcio, que ella aceptó. Y se dirigió a casa de Aspasia quien, convertida así en la «primera dama de Atenas», abrió otro salón y entre conversación y conversación hasta le dio un hijo. Pero, ¡ay!, Pericles era el autor de la ley que prohibía la legitimación y la extensión de la ciudadanía a los frutos de la unión con extranjeros. Ahora era la víctima y lo fue con dignidad.

Parece ser que Aspasia le hizo feliz, pero políticamente no le trajo fortuna. Progresistas en el Parlamento, los atenienses eran conservadores en familia y no quedaron edificados por el ejemplo de aquel autokratnr que trataba a la concubina de igual a igual, le besaba la mano y la hacía plenamente partícipe de su vida y de sus preocupaciones. Apartándose aún más comenzó a perder contacto con la masa del pueblo, que le acusó de esnobismo y le tomó ojeriza. Siguieron, sin embargo, dándole sus votos durante muchos años y confirmándole en su puesto de supremo rector y guía. Pericles cayó, puede decirse, junto con Atenas, o sea cuando el ocaso de la primacía que él mismo había dado a su ciudad con una hábil política interior y exterior.

Esa primacía de Atenas, luminosa y rápida como un meteoro, se confunde con la de Grecia, cuya civilización alcanzó el florecimiento y la consumación en el espacio de poco más de tres generaciones. Pericles tuvo el privilegio de asistir a casi toda aquella extraordinaria parábola y de darle su nombre. Aun cuando finalizara melancólicamente en la ingratitud y la catástrofe, su suerte fue una de las más afortunadas que jamás se haya deparado a un hombre.

domingo, 27 de mayo de 2012

GUERRAS DEL PELOPONESO

Ver anterior:  ESPARTA

La guerra del Peloponeso

La liga delico-ática había proporcionado a Atenas riqueza, dinamismo comercial y la supremacía naval. Esparta, por su parte, había conservado la hegemonía de la liga del Peloponeso. La coexistencia de ambas ligas generaba tensiones ya que ambas trataban de ampliar sus alianzas en perjuicio de la otra.



En el año 431 a.C. estalló el conflicto entre ambas comprometiendo a todo el mundo griego. Estas guerras fraticidas se prolongaron hasta el año 404 a.C. Entre sus causas podemos encontrar los diferentes intereses políticos y económicos de ambas polis. El detonante fue la rivalidad de Atenas con las ciudades del istmo de Corinto (aliada de Esparte) por el comercio de granos en Sicilia, actividad practicada por Corinto. También debemos resaltar que Atenas favorecía la causa democrática entre sus aliados; Esparta en cambio fomentaba los gobiernos oligárquicos. Ambas buscaban liderar el mundo griego.

La victoria militar de Esparta y la liga del Peloponeso desorganizó la liga marítima ateniense con negativas consecuencias para el comercio. También se produjo un retroceso en los gobiernos democráticos ya que Esparta impulsó la imposición de oligarquías en casi todas la polis griegas. Sin la protección de la liga marítima las colonias de Asia Menor cayeron en poder de los persas. Estos enfrentamientos terminaron debilitando a las polis griegas que quedaron indefensas ante el avance de pueblos conquistadores.


ACTIVIDAD N°30:
1)          Diferenciá las causas y consecuencias de la Guerra del Peloponeso.

Ver siguiente: HELENISMO, ALEJANDRO MAGNO

LA CULTURA CLASICA. ATENAS

Ver anterior: LA DEMOCRACIA EN ATENAS
Ver: PERÍCLES

El siglo de Perícles: esplendor de la cultura clásica

El esplendor político ateniense coincide con su máximo desarrollo cultural y con el perfeccionamiento de la democracia. Pericles ejerció el gobierno de Atenas desde mediados del siglo V a.C. hasta su muerte, cuando se desarrollaba la guerra del Peloponeso. Este dirigente profundizó el proceso de democratización política cuando decidió que los ciudadanos que acudieran a la Asamblea o que quisieran integrar el gobierno recibieran un pago. De esta manera los ciudadanos más pobres pudieron dedicarse a la política sin la necesidad de desarrollar otras actividades para vivir. Su programa de gobierno hizo de Atenas la ciudad más bella y más culta.
PERICLES

 Esta época de extraordinario florecimiento se la conoce como siglo de oro de la cultura griega o siglo de Pericles. El ideal de belleza griego se tradujo en realizaciones artísticas en las que se advierte la búsqueda de la armonía, la proprción y el equilibrio de las formas.

El desarrollo de la arquitectura griega está estrechamente ligado al culto de los dioses olímpicos que se guardaban en los templos. El templo servía como residencia del dios, el mayor despliegue arquitectónico se realizaba en el exterior, mediante los pórticos y columnas.

El Partenón: «la residencia de Atenea Partenos». El Partenón es uno de los principales templos dóricos que se conservan, construido entre los años 447 y 432 a. C., sus dimensiones aproximadas son: 69,5 metros de largo, por 30,9 de ancho; las columnas tienen 10,4 metros de altura. Está dedicado a la diosa griega Atenea, a la que los atenienses consideraban su protectora. Forma parte de la Acrópolis de Atenas; realizada, casi exclusivamente en mármol blanco, fue iniciada por Pericles como agradecimiento a los dioses por su victoria contra los persas y se desarrolló entre los años 447 y 432 a. C.
PARTENON. ATENAS
Los arquitectos encargados de la obra estuvieron bajo las órdenes del arquitecto y gran escultor ateniense Fidias, autor de la decoración escultórica y de la gran estatua de  Atenea Partenos que estaba situada como pieza central del templo (medía doce metros de altura y para su elaboración se necesitaron 1.200 kilogramos de oro)


La mitología griega está formada por un conjunto de leyendas que provienen de la religión de esta antigua civilización del Mediterráneo oriental. Los griegos, aunque no practicasen la religión, conocían estas historias, las cuales formaban parte de su acervo cultural.La escultura está íntimamente ligada al culto a los dioses, sin embargo los artistas pudieron crear libremente de acuerdo con su propia inspiración.
FIDAS. ESTATUA DE ZEUS

Fidias fue el escultor más famoso, sus obras más importantes fueron las tres estatuas de Atenea alojadas en la acrópolis de Atenas, y el Zeus de Olimpia, obras en las que las divinidades aparecen con inigualables nobleza y majestad. Polícleto y Mirón fueron también grandes escultores que realizaron estatuas de jóvenes atletas en las que se reflejaba el ideal de belleza física propia de los dioses, el ejemplo más acabado es el Discóblo de Mirón.

Los dioses del panteón griego adoptaban figuras humanas y personificaban las fuerzas del Universo; al igual que los hombres, los dioses helenos eran impredecibles, por eso unas veces tenían un estricto sentido de la justicia y otras eran crueles y vengativos; su favor se alcanzaba por medio de los sacrificios y de piedad, pero estos procedimientos no eran siempre efectivos puesto que los dioses eran muy volubles.





Las prácticas religiosas de la Antigua Grecia se extendían mas allá de la Grecia Continental, hasta las islas, el litoral de Jonia, en Asia Menor, hasta la Magna Grecia (Sicilia e Italia meridional) y las diversas colonias griegas por todo el Mediterráneo Occidental, tales como Massilia (Marsella). 

 Características de la Religión Griega:

1. Fue Politeísta, debido a que rindieron culto a numerosos dioses.
2. Fue Antropomorfista, ya que suponían que sus divinidades tenían forma humana, inclusive les atribuían las mismas características físicas e intelectuales.
3. Fue Panteísta, puesto que otorgaron culto a las fuerzas de la naturaleza.
4. Fue influenciada por el sentimiento religioso de los pueblos que ellos conocieron (egipcios, persas y chinos).
5. No era dogmatica, pues no ordenaba ningún precepto moral.
Principales Dioses Griegos:
I) Dioses Mayores: Cuya morada era el Monte Olimpo.
- Zeus: Dios Supremo del Cielo y la Tierra que hace respetar la justicia
- Hera: Diosa de la familia y de los nacimientos, era también la esposa de Zeus.
- Ares: Dios de la Guerra
- Afrodita: Diosa del Amor, reina de la hermosura.
- Atenea: Diosa de la Sabiduría y de la inteligencia.
- Poseidón: Dios del mar, hermano de Zeus.
- Febo Apolo: Dios de la juventud.
- Artemisa: Diosa de la caza, hija de Zeus
- Hermes: Dios de los mensajeros, pastores, del comercio e ingenio.
- Hefestos "Hefaistos": Dios del fuego.
- Hestia: Diosa del Hogar.

II) Dioses Menores.- Tenían su morada sobre la Tierra y montes cordilleranos.
- Dionisio: Dios del vino y de la festividad
- Deméter: Diosa de la fecundidad de la Tierra
- Tetis: Que habita en la desembocadura de los ríos
- Hades: Dios de la muerte y del infierno que habita en el mundo subterráneo.
- Las Musas: Inspiradoras de poetas y músicos

III). Semidioses griegos: hijos de un Dios con una mortal.
- Heracles o Hércules: Hijo de Zeus y Alcmena; estaba dotado de una fuerza extraordinaria
- Teseo: Que dio muerte al minotauro, en Creta
- Perseo: Que dio muerte a la medusa, cuya mirada convertía en piedra a todo aquel que osaba mirarla.
- Ícaro: Que con alas de cera se remonto en el espacio, siendo derretido por el Sol.
- Orfeo: Cuya música era tan hermosa que tenia la virtud de calmar a las fieras.

En Grecia, en el siglo VI antes de Cristo, unos hombres emprendedores, los primeros filósofos, empezaron a cuestionarse tanto las explicaciones que daban los mitos como las pautas de conducta que ofrecían. Eran unos hombres a quien los atraía hacerse preguntas, que notaban incoherencias en los relatos míticos de su entorno, que constataban relatos diferentes en pueblos diferentes. Estos hombres, dominados por una plural curiosidad y por una actitud crítica, son los que protagonizaron lo que se conoce como milagro griego: el paso del mito al logos.

SOCRATES - PLATON - ARISTOTELES


 Para ellos, este paso significaba desconfiar de las imaginativas narraciones o explicaciones populares y, con una mirada nueva, observar y analizar la naturaleza, intentando descubrir en ella las causas de los acontecimientos; por ello, en vez de hablar de divinidades empezaron a inventar conceptos. Con los mitos, el mundo era caótico y arbitrario: nada estaba sometido a leyes naturales fijas; con la visión racional del mundo, el logos, éste deviene ordenado y regido por unas leyes estables y fijas que se pueden descubrir.

La actividad intelectual más importante en Grecia era filosofar. La filosofía, “amor a la sabiduría”, se preocupaba por descubrir el origen de las cosas plantándose la necesidad de promover la investigación de los fenómenos naturales. En el siglo V a.C. las especulaciones filosóficas se centraron en el estudio del hombre. Surgieron los sofistas, quienes negaban la existencia de una verdad universal, para ellos había tantas verdades como hombres sobre la tierra. Su objetivo principal era formar buenos políticos elocuentes y razonadores capaces de distinguirse en la Asamblea.

Sócrates (469-399 a.C.) fue uno de los grandes filósofos de la antigüedad y opositor de los sofistas. Sostenía la existencia de una verdad universal que cada hombre poseía y que la educación sacaba a la luz. Sus preocupaciones se centraron en el hombre y en el valor de la justicia y la virtud. Su discípulo fue Platón (427-347 a.C.) consideraba que existían dos mundos: uno real y otro ideal. Aristóteles fue su discípulo, es considerado el más grande pensador griego, poseyó un saber enciclopédico y sistematizó todas las ciencias existentes.
El teatro es otro de los legados de la cultura griega representado por la tragedia y la comedia; también la poesía y la historia tuvieron un lugar destacado en la cultura clásica.

ACTIVIDAD N°28:

1)        La mitología griega se encuentra presente en todos los aspectos de la cultura griega, identifica que influencias tuvo en cada una de las manifestaciones artísticas e intelectuales de la cultura clásica.
2)       Enumerá las características de la religión griega.
3)      Las divinidades representan aspectos importantes en la vida de los antiguos griegos, enumera cuales eran estos aspectos.
4)      Nombrá las características que identifican el arte griego.
5)      Justificá la siguiente afirmación: “El logos permitió el nacimiento de las ciencias”


sábado, 26 de mayo de 2012

ATENAS CLASICA: LA DEMOCRACIA ATENIENSE



La democracia en Atenas


En el siglo V a.C., hace 1.500 años, los atenienses establecieron una forma de gobierno llamada democracia (demos = “pueblo” y cracia = “gobierno”, o sea “gobierno del pueblo”). Esta forma de gobierno ha llegado hasta nuestros días. En la actualidad, la mayoría de los países del mundo, también el nuestro, la practican, aunque no de la misma forma que los griegos. Pero es necesario reconocer que tiene sus orígenes en la antigua Atenas.

El gobierno democrático de Atenas estaba conformado por cuatro magistraturas: Los magistrados, diez Estrategas elegidos por los ciudadanos por el término de un año, eran los jefes militares y máximos dirigentes políticos; El Consejo de los Quinientos, elegidos por sorteo entre todos los ciudadanos por el término de un año, preparaba las leyes y las elevaba a consideración de la Asamblea; La Asamblea, la integraban todos los ciudadanos, tomaban todas las decisiones importantes: votaban las leyes y podía decretar el ostracismo; Los Jueces, cinco mil heliastas elegidos por sorteo, por el término de un año ,entre todos los ciudadanos, se encargaba de juzgar todos los asuntos civiles y penales.
ASAMBLEA ATENIENSE


Aristóteles, uno de los más grandes filósofos griegos del siglo IV a.C., fue uno de los defensores de la forma democrática de gobierno. En el texto siguiente, Aristóteles se refiere a cómo debían actuar los que ocuparan cargos de gobierno y cómo debían ser las instituciones democráticas.

• Todas las magistraturas son electivas y todos los ciudadanos tienen derecho a elegir y ser elegidos.
• Todos tienen igual autoridad sobre cada uno, y cada uno por turno, sobre todos.
•  Los cargos y empleos no están reservados solamente a los que poseen una cierta riqueza.
• Ninguna persona pueda obtener dos veces la misma magistratura.
• Las funciones judiciales deben ser ejercidas por todos los ciudadanos, elegidos entre todos, y que tengan poder de decisión, sobre todo en las cuestiones más importantes y graves.
• Las decisiones de todos los problemas públicos o al menos los principales deben depender exclusivamente de la asamblea popular y no de la voluntad de un solo magistrado.” 

Extraído de Aristóteles, Política, Siglo IV a.C.

ACTIVIDAD N°27:

1)        A partir de los textos que leíste determiná qué privilegios tenían los ciudadanos en Atenas.
2)       Organizá un cuadro comparativo titulado la democracia ateniense donde figuren las magistraturas y sus funciones.

MAGISTRATURAS
FUNCIONES










3)      Justificá la siguiente afirmación:

 “La democracia ateniense era restringida”.


Ver siguiente: LA CULTURA CLASICA, ATENAS

ATENAS CLASICA; CIUDADANOS Y HABITANTES

Ver anterior: GRECIA CLÁSICA, ESCLAVISMO

 Atenas: habitantes y ciudadanos

La sociedad ateniense estaba formada por distintos grupos: latifundistas, artesanos, comerciantes, campesinos y esclavos. No todos tenían los mismos derechos. Los latifundistas, dueños de las tierras, eran ciudadanos, hombres libres que habían nacido en Atenas, de padre y madre atenienses. Tenían derecho de ciudadanía y, por lo tanto, podían intervenir en el gobierno de la polis. Las mujeres no tenían derechos políticos. Los hombres libres no ciudadanos, llamados metecos, eran los extranjeros que vivían y tenían sus negocios en Atenas. Se dedicaban al comercio y a la artesanía. Aunque pagaban impuestos y formaban parte del ejército y de la armada, no eran considerados ciudadanos: no podían votar ni ser elegidos gobernantes.
Los esclavos eran hombres y mujeres sometidos a un dueño. No se los consideraba como personas, sino como “instrumentos parlantes”. Trabajaban duramente en las minas, en las canteras o en el campo. También trabajaban, como esclavos domésticos, en las casas de los más ricos y poderosos. En el siglo V a.C., había cerca de 200.000 esclavos.

Extraído de C. Gatell, C. García y otros, Sociedades, Ciencias Sociales 1er año,  Madrid, Vicens Vives, 2002.



Los dos textos que acabás de leer son diferentes. “Ser esclavo en Atenas” es un relato imaginario que te permitió conocer la sociedad de su tiempo, a través de las impresiones personales de Licio, y desde el punto de vista de su condición de esclavo. El texto “Atenas: habitantes y ciudadanos”, en cambio, es informativo y describe aspectos generales de la sociedad ateniense.

ACTIVIDAD N°26: Analizá ambos textos y respondé las siguientes preguntas.

1)      Diferenciá los grupos sociales en Atenas
2)     ¿Qué derechos y obligaciones tenía cada grupo?
3)    ¿Qué significaba ser ciudadano?
4)   Organizá un cuadro que tenga dos categorías: ciudadanos y no ciudadanos; nombrá quiénes integran cada grupo y cuáles son derechos y obligaciones.


Ver siguiente: ATENAS CLÁSICA.DEMOCRACIA ATENIENSE

ATENAS CLÁSICA

Ver anterior: Grecia clásica: Guerras Médicas

Atenas

Atenas estaba ubicada en la Península de Ática, próxima al mar, el comercio marítimo fue su principal actividad económica. Por causa de las guerras médicas se convirtió en la principal polis durante el siglo V a. C. ya que organizaba  y controlaba una alianza de casi doscientas polis griegas. Esta alianza, conocida como la liga de Delos, se formó con el objetivo de recaudar dinero y hombres para defenderse del peligro persa.


Al igual que las sociedades del mediterráneo su economía se basaba en el esclavismo. A continuación vamos a conocer algunas características de esta polis, les propongo que lean los siguientes textos que nos van a ayudar a comprender como era la vida en esta sociedad.


Ser esclavo en Atenas

Licio era un hombre joven que se había convertido en esclavo luego de perder sus cosechas por culpa de una plaga que atacó su campo. Era costumbre de su tierra, en Asia, que los hombres que no podían afrontar sus deudas pagaran con su libertad. A él lo compró un rico terrateniente griego llamado Anaxímeres, en el mercado de la ciudad de Atenas.

Anaxímeres, que vivía en una bella mansión de esa ciudad, se dedicaba, junto con otros terratenientes, al gobierno de Atenas. Pero su riqueza provenía de las aceitunas, los aceites y los vinos que se producían en sus campos, que estaban en los alrededores de la ciudad. Allí fue llevado el esclavo Licio para trabajar en los olivares.

Cuando Licio llegó a la finca descubrió que no había ríos a la vista, como era común en su tierra, y que apenas se divisaban algunas pequeñas parcelas cultivadas en los valles. El clima era muy caluroso y seco, pero corría una brisa fresca que le recordó que estaba cerca del mar. En el campo había varias personas trabajando en los olivares. Los hombres tenían aspecto de estar muy cansados y tristes. Entonces se acercó otro hombre con una vara en la mano y, de muy mala manera, le dijo que se incorporara a la cuadrilla de esclavos. Licio, que no estaba acostumbrado a la esclavitud y conocía el idioma de los griegos, le preguntó al hombre de la vara por qué había tantos esclavos en el campo.

–Porque sin esclavos no se puede trabajar la tierra –respondió el hombre sorprendido por la pregunta–. Aquí, los terratenientes no quieren saber nada de trabajar la tierra y por eso compran esclavos. Y ya no preguntes más. ¡A trabajar! –gritó amenazadoramente.
Pero Licio insistió con otra pregunta: –¿Usted es el dueño de estos hombres? ¿Usted es quien me compró?
–No, que va, yo también soy esclavo –dijo el hombre de la vara un poco apenado–, pero como sé hablar griego me pusieron de capataz, y si tenés suerte puede que te ocurra lo mismo, porque te defendés bastante bien con el idioma. En cambio, estos son como animales que no reconocen el idioma de sus amos. Y pegó con la vara al aire para asustar a los otros.Recién en ese momento, Licio reparó en que todos los esclavos eran extranjeros como él y el capataz, y que la mayoría desconocía el griego, que era el idioma de los amos.

Licio terminó su día de trabajo con la puesta del sol y, de camino a las barracas donde dormían los esclavos, vio a otros hombres trabajando en un huerto. Se acercó al capataz para preguntarle si esos también eran esclavos.
–No, son campesinos pobres, son griegos y libres. ¡Bah! Libres es una forma de decir, porque en realidad son tan pobres como nosotros y también tienen que trabajar para los terratenientes. Y ya no te acerques para hacerme preguntas, porque vas a meterme en problemas.
Licio le pidió disculpas y se quedó pensando en esos campesinos, porque vivían mucho mejor que él. Aunque tuviesen que trabajar para los terratenientes, eran dueños de sí mismos, nadie podía comprarlos ni venderlos. Tenían algo maravilloso que él había perdido: la libertad.

Extraído de Cuaderno de Trabajo N.°1, obra citada.


ACTIVIDAD N°25: Lee el texto y respondé las siguientes preguntas.

a.     ¿De  dónde provenía Licio?
b.    ¿Por qué se convirtió en esclavo?
c.     ¿A qué se dedicaba su patrón?
d.    ¿Qué le llamó la atención del paisaje que rodeaba la finca donde iba a trabajar? ¿Por qué?
e.    ¿Qué grupos sociales aparecen en el relato? ¿Qué actividades realizaban?
f.      El relato menciona a los esclavos extranjeros y a los campesinos griegos: ¿qué los diferenciaba?

GRECIA CLÁSICA: GUERRAS MEDICAS

Ver anterior: Las reformas sociales 

La Grecia Clásica

Desde el inicio del siglo V a.C. comienza el período mayor esplendor de la cultura griega y termina a mediados del siglo IV a.C. cuando comienza la época helenística. Este período se caracteriza por:

· El enfrentamiento entre los griegos y los persas.

· El florecimiento intelectual y artístico.

· La lucha por la hegemonía entre las polis más importantes del mundo girego: Esparta y Atenas

Las Guerras Médicas.

Los persas  se instalaron en la meseta de Irán, próxima a la Mesopotamia, a mediados del segundo milenio a.C. Desarrollaron una política expansiva que les permitió dominar el Cercano Oriente. El organizador del imperio fue Ciro, quien logró dominar a las diferentes tribus persas. Bajo su mando derrotaron a sus vecinos los medos y comenzaron una política de conquistas militares.
Los persas tenían el objetivo de formar un imperio universal que estuviera integrado por todos los territorios conocidos de la época. Sus ejércitos estaban formados por soldados profesionales, jinetes armados con arco conocidos en su época como los “inmortales.
El Imperio Persa estaba sometido al despotismo de un monarca o rey absoluto que recibía su autoridad de la divinidad de la luz, Ahura-Mazda y era el modelo de todos los guerreros en cuanto a destreza física y militar.
La sociedad estaba dividida en grupos diferenciados: El grupo privilegiado estaba formado por el rey, su familia, los consejeros reales, los gobernadores de provincia o sátrapas y los sacerdotes. El grupo no privilegiado estaba integrado por el resto de la población: comerciantes, artesanos y campesinos. Era una sociedad cerrada sin posibilidades de movilidad entre los grupos.


Hacia el siglo V a.C. los persas avanzaron sobre las colonias griegas de Asia Menor, Tracia y la isla de Samos con el fin de someterlos  a tributo. Las colonias se rebelaron contra esa dominación y pidieron ayuda a sus metrópolis. Entre el 490 a.C. y el 449 a.C. se enfrentaron griegos y persas en lo que se conoce como las guerras médicas.
La guerra terminó  con el triunfo griego quienes se enfrentaron a los persas unidos en dos ligas: La liga de Delos, bajo la hegemonía ateniense, integrada por 200 ciudades que aportaban dinero y soldados; y la liga del Peloponeso, bajo la hegemonía de Esparta, que contaba con un poderoso ejército.
Ambas ligas representaban diferentes formas de polis griegas cuyos modelos eran las ciudades- estado de Esparta y Atenas.

ACTIVIDAD N°24:

1.         Confeccioná un cuadro donde se identifiquen: la forma de gobierno, los territorios y los grupos sociales del imperio persa

CARACTERISTICAS
IMPERIO PERSA

Forma de gobierno




Territorios


Sociedad




2.        Diferenciá cuales fueron las causas y las consecuencias de las guerras médicas.

Ver siguiente:ATENAS CLASICA