> HISTORIA Y GEOGRAFIA NIVEL MEDIO: mayo 2014

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Este blog es un espacio diseñado para los alumnos del nivel medio. Aquí encontrarán programas, contenidos y actividades de la asignatura Historia y Geografía. También podrán acceder a distintos recursos, diarios, películas, videos, textos, música y otros que contextualizan los temas desarrollados en clase.

Prof. Federico Cantó

sábado, 31 de mayo de 2014

ARTIGAS ASAMBLEA DE 1813

INSTRUCCIONES DEL AÑO XIII
A LOS DIPUTADOS DE LA BANDA ORIENTAL

En el campamento de Artigas fueron electos los diputados orientales que debían concurrir a la Asamblea Nacional General Constituyente (Asamblea del año XIII), fijada en la Ciudad de Buenos Aires, y cuyas instrucciones dictadas el 13 de abril de 1813, para el desempeño de su encargo, reclamaban básicamente lo siguiente:

Declaración de la Independencia.

Libertad civil y religiosa.

Organización política federativa.

Estados autónomos.

Que Buenos Aires no fuese la sede del gobierno central.

Artículo 1°: Primeramente pedirá la declaración de la independencia absoluta de estas Colonias, que ellas estén absueltas de toda obligación de fidelidad a la Corona de España y familia de los Borbones y que toda conexión política entre ellas y el Estado de la España es y debe ser totalmente disuelta.

Artículo 2°: No admitirá otro sistema que el de confederación para el pacto recíproco con las provincias que forman nuestro Estado.

Artículo 3°: Promoverá la libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginable.

Artículo 4°: Como el objeto y fin del Gobierno debe ser conservar la igualdad, libertad y seguridad de los Ciudadanos y los Pueblos, cada provincia formará su gobierno bajo esas bases, a más del Gobierno Supremo de la Nación.

Artículo 5°: Así éste como aquel se dividirán en poder legislativo, ejecutivo y judicial.

Artículo 6°: Estos tres resortes jamás podrán estar unidos entre sí, y serán independientes en sus facultades.

Artículo 7°: El Gobierno Supremo entenderá solamente en los negocios generales del Estado. El resto es peculiar al Gobierno de cada Provincia.

Artículo 8°: El territorio que ocupan estos Pueblos desde la costa oriental del Uruguay hasta la fortaleza de Santa Teresa forman una sola Provincia, denominante la Provincia Oriental.

Artículo 9°: Que los siete Pueblos de Misiones, los de Batovía, Santa Tecla, San Rafael y Tacuarembó que hoy ocupan injustamente los Portugueses y a su tiempo deben reclamarse serán en todo tiempo territorio de esta Provincia.

Artículo 10°: Que esta Provincia por la presente entra separadamente en una firme liga de amistad con cada una de las otras para su mutua y general felicidad, obligándose asistir a cada una de las otras contra toda violencia, o ataques hechos sobre ella o sobre alguna de ellas por motivo de religión, soberanía, tráfico o algún otro pretexto cualquiera que sea.

Artículo 11°: Que esta Provincia retiene su soberanía, libertad e independencia, todo poder, jurisdicción y derecho que no es delegado expresamente por la confederación a las Provincias Unidas juntas en Congreso.

Artículo 12°: Que el puerto de Maldonado sea libre para todos los buques que concurran a la introducción de efectos y exportación de frutos poniéndose la correspondiente Aduana en aquel Pueblo; pidiendo al efecto se oficie al Comandante de las Fuerzas de Su Majestad Británica, sobre la apertura de aquel Puerto para que proteja la navegación o comercio de su Nación.

Artículo 13°: Que el Puerto de la Colonia sea igualmente habilitado en los términos prescriptos en el artículo anterior.

Artículo 14°: Que ninguna tasa o derecho se imponga sobre artículos exportados de una provincia a otra; ni que ninguna preferencia se de por cualquiera regulación de Comercio o renta a los Puertos de una Provincia sobre las de otras ni los Barcos destinados de esta Provincia a otra serán obligados a entrar a anclar o pagar Derechos en otra.

Artículo 15°: No permita se haga ley para esta Provincia sobre bienes de Extranjeros que mueren intestados, sobre multa y confiscaciones que se aplicaban antes al Rey; y sobre territorios de éste mientras ella no forma su reglamento y determine a que fondos deben aplicarse como única al Derecho de hacerlo en lo económico de su jurisdicción.

Artículo 16°: Que esta Provincia tendrá su Constitución territorial; y que ella tiene el derecho de sancionar la general de las Provincias Unidas, que forma la Asamblea Constituyente.

Artículo 17°: Que esta Provincia tiene derecho para levantar los Regimientos que necesite, nombrar los oficiales de Compañía, reglar la Milicia de ella para seguridad de su libertad por lo que no podrá violarse el derecho de los Pueblos para guardar y tener armas.

Artículo 18°: El Despotismo militar será precisamente aniquilado con trabas constitucionales que aseguren inviolable la Soberanía de los Pueblos.

Artículo 19°: Que precisa e indispensable sea fuera de Buenos Aires, donde reside el sitio del Gobierno de las Provincias Unidas.

Artículo 20°: La Constitución garantiza a las Provincias Unidas una forma de gobierno republicana; y que asegure a cada una de ellas de las violencias domésticas, usurpación de sus Derechos, libertad y seguridad de su soberanía que con la fuerza armada intente alguna de ellas sofocar los principios proclamados. Y asimismo prestará toda su atención, honor, fidelidad y religiosidad a todo cuanto crea o juzgue necesario para preservar a esta Provincia las ventajas de la Libertad y mantener un Gobierno libre, de piedad, justicia, moderación e industria. Para todo lo cual, etc.

Delante de Montevideo, 13 de abril de 1813. José Gervasio Artigas

TRATADO DEL PILAR, 1820



Tras el fallido intento del Directorio de imponer una Constitución centralista para los territiorios de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Las provincias litorales enfrentan a Buenos Aires en la Batalla de Cepeda el 1° de febrero de 1820. Derrotada Buenos Aires por las tropas federales se establece un tratado de paz con las provincias litorales y se compromete a concurrir a un nuevo congreso constituyente en la provincia de Santa Fé


Tratado del Pilar, firmado entre los gobernadores de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos 
23 de febrero de 1820. 

Manuel Sarratea, Estanislao López, Francisco Ramírez. 

Fuente:

Cristina Rins, María Felisa Winter, La Argentina Una Historia Para Pensar 1776-1996. Buenos Aires, Kapelusz, 2000. Pacto celebrado en la Capilla del Pilar entre los Gobernadores de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos 

Convención hecha y concluida entre los Gobernadores D. Manuel Sarratea, de la Provincia de Buenos Aires, D. Francisco Ramírez de la de Entre Ríos, D. Estanislao López de la de Santa Fe el día veinte y tres de Febrero del año del Señor mil ochocientos veinte, con el fin de terminar la guerra suscitada entre dichas Provincias, de proveer a la seguridad ulterior de ellas, y de concentrar sus fuerzas y recursos en un gobierno federal, a cuyo objeto han convenido en los artículos siguientes:  

Artículo 1° - Protestan las partes contratantes que el voto de la Nación, y muy particularmente el de las Provincias de su mando, respecto al sistema de gobierno que debe regirlas se ha pronunciado a favor de la confederación que de hecho admiten. Pero que debiendo declararse por Diputados nombrados por la libre elección de los Pueblos, se someten a sus deliberaciones. A este fin elegido que sea por cada Provincia popularmente su respectivo representante, deberán los tres reunirse en el Convento de San Lorenzo de la Provincia de Santa Fe a los sesenta días contados desde la ratificación de esta convención. Y como están persuadidos que todas las Provincias de la Nación aspiran a la organización de un gobierno central, se comprometen cada uno de por sí de dichas partes contratantes, a invitarlas y suplicarles concurran con sus respectivos Diputados para que acuerden cuanto pudiere convenirles y convenga al bien general. 

Artículo 2° - Allanados como han sido todos los obstáculos que entorpecían la amistad y buena armonía entre las Provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe en una guerra cruel y sangrienta por la ambición y la criminalidad de los muchos hombres que habían usurpado el mando de la Nación, o burlado las instrucciones de los Pueblos que representaban en Congreso, cesaran las divisiones beligerantes de Santa fe y Entre Ríos a sus respectivas Provincias. 

Artículo 3° - Los Gobernadores de Santa fe y Entre Ríos por sí y a nombre de sus provincias, recuerdan a la heroica Provincia de Buenos Aires cuna de la libertad de la Nación, el estado difícil y peligroso a que se ven reducidos aquellos Pueblos hermanos por la invasión con que lo amenaza una Potencia extranjera que con respetables fuerzas oprime la Provincia aliada de la Banda Oriental. Dejan a la reflexión de unos ciudadanos tan interesados en la independencia y felicidad nacional el calcular los sacrificios que costará a los de aquellas provincias atacadas el resistir un Ejercito imponente, careciendo de recursos, y aguardan de su generosidad y patriotismo auxilios proporcionados a lo arduo de la empresa, ciertos de alcanzar cuanto quepa en la esfera de lo posible. 

Artículo 4° - En los Ríos de Uruguay y Paraná navegarán únicamente los Buques de las Provincias amigas, cuyas costas sean bañadas por dichos Ríos. El Comercio continuará en los términos que hasta aquí, reservándose a la decisión de los Diputados en congreso cualesquiera reforma que sobre el particular solicitaren las partes contratantes. 

Artículo 5° - Podrán volver a sus respectivas Provincias aquellos individuos que por diferencia de opiniones políticas hayan pasado a la de Buenos Aires, o de esta a aquellas, aun cuando hubieren tomado armas y peleado en contra de sus compatriotas: serán repuestos al goce de sus propiedades en el estado en que se encontraren y se echará un velo a todo lo pasado. 

Artículo 6° - El deslinde de territorio entre las Provincias se remitirá, en caso de dudas a la resolución del Congreso general de Diputados. 

Artículo 7° - La deposición de la antecedente administración ha sido la obra de la voluntad general por la repetición de desmanes con que comprometía la libertad de la Nación con otros excesos de una magnitud enorme. Ella debe responder en juicio público ante el Tribunal que al efecto se nombre; esta medida es muy particularmente del interés de los Jefes del Ejército Federal que quieren justificarse de los motivos poderosos que les impelieron a declarar la guerra contra Buenos Aires en Noviembre del año próximo pasado y conseguir en la libertad de esta Provincia a la de las demás unidas. 

Artículo 8° - Será libre el comercio de Armas y municiones de guerra de todas clases en las Provincias federadas. 

Artículo 9° - Los prisioneros de guerra de una y otra parte serán puestos en libertad después de ratificada esta convención para que se restituyan a sus respectivos Ejercitos o Provincias. 

Artículo 10° - Aunque las Partes contratantes están convencidas de que todos los artículos arriba expresados son conformes con los sentimientos y deseos del Exmo. Sr. Capitán General de la Banda Oriental Don José Artigas según lo ha expresado el Sr. Gobernador de Entre Ríos que dice hallarse con instrucciones privadas de dicho Sr. Excmo. Para este caso no teniendo suficientes poderes en forma, se ha acordado remitirle copia de esta nota, para que siendo de su agrado, entable desde luego las relaciones que puedan convenir a los intereses de la Provincia de su mando, cuya incorporación a las demás federadas, se miraría como un dichoso acontecimiento. 

Artículo 11° - A las cuarenta y ocho horas de ratificados estos tratados por la Junta de Electores dará principio a su retirada el Ejército federal hasta pasar el Arroyo del Medio. Pero atendiendo al estado de devastación a que ha quedado reducida la Provincia de Buenos Aires por el continuo paso de diferentes Tropas, verificará dicha retirada por divisiones de doscientos hombres para que así sean mejores atendidas de víveres y cabalgaduras, y para que los vecinos experimenten menos gravamen. Queriendo que los Sres. Generales no encuentren inconvenientes ni escases en su tránsito para sí o sus tropas, el Señor Gobernador de Buenos Aires nombrará un Individuo que con este objeto les acompañe hasta la línea divisoria. 

Artículo 12° - En el término de dos días o antes si fuese posible será ratificada esta prevención por la muy Honorable Junta de Representantes. 

Biblioteca Escolar de Documentos Digitales 
http://biblioteca.educ.ar 

Fecho en la capilla del Pilar a 23 de febrero de 1820.- (Fdo.) MANUEL DE SARRATEA - ESTANISLAO LOPEZ - FRANCISCO RAMIREZ. 
La Junta de Representantes Electores aprueba y ratifica el precedente tratado. Buenos Aires, a las dos de la tarde del día veinte y cuatro de febrero de mil ochocientos veinte años. 
(Fdo.) Thomas Manuel de Anchorena; Juan J. C. de Anchorena; Vicente López; Antonio José de Escalada; Manuel Luis de Oliden; Victorio García de Zuñiga; Sebastián Lezica; Manuel 
Obligado. (En la edición del Registro Oficial de Santa Fe, se publica el siguiente 
agregado:) Por tanto, y en conformidad de lo acordado por la misma Junta, se publicará por bando con la solemnidad conveniente, iluminándose generalmente con tal plausible motivo las calles de esta Ciudad por tres sucesivas noches, que principiaran por la del presente día, y cantándose en acción de gracias al Todo Poderoso en solemne Te Deum el Domingo 27 del corriente, en la Santa Iglesia Catedral, con asistencia de las Corporaciones de la Provincia. Buenos Aires, Febrero 
24 de 1820.

RADICALISMO Y MOVIMIENTO OBRERO

 Con la llegada del radicalismo se produce un cambio de los grupos políticos dirigentes con respecto a las clases populares. Hasta aquí las demandas de mejoras de la clase obrera habían sido respondidas con represión y deportación de los dirigentes obreros extranjeros. Dentro del nuevo marco político, el Estado, va asumir otro rol que tiene que ver con la tolerancia, el arbitraje y conciliación de los conflictos aunque no faltó la represión como respuesta.
Un ejemplo de arbitraje se produce ante la Huelga de la Federación de Obreros Marítimos que estalla el 20 de noviembre de 1916, se consigue que el gobierno actúe de árbitro entre los trabajadores y los patrones, lográndose mejoras para los primeros.La tolerancia y el apoyo a los obreros puede verse, también, en la huelga de los ferroviarios de setiembre de 1917. Los ferroviarios pedían la derogación de un artículo de la ley de jubilaciones, ante lo que los patrones piden al gobierno que envíe tropas para reprimir. La respuesta fue un decreto del gobierno anulando el polémico artículo y un aumento general de sueldos y salarios, aunque la represión armada también existió y cobró varias vidas.
La tolerancia va abriendo camino hacia la represión que es muy dura entre los años 1918 y 1921. De esta fecha son los más tristes y lamentables hechos represivos, como fueron los de la "semana trágica" en 1919, los de las huelgas agrarias también en 1919 y los de Patagonia en 1921.
La "semana trágica" comenzó con una huelga de los obreros de los talleres Metalúrgicos Vasena que generó tiroteos entre policías bomberos contra los obreros y vecinos del lugar. Al ir a sepultar los restos de los fallecidos, la multitud que acompañaba el cortejo fúnebre es atacada por efectivos policiales, nuevamente hay muertos y heridos. La Central Obrera declara la huelga general y se paraliza casi todo el país. El General Dellepiane ingresa en la capital con las tropas de campo de mayo, el gobierno pierde el control de la situación que queda en manos de Dellepiane, quien reprime y logra restablecer el orden.
También en 1919 se inició una huelga campesina encabezada por los arrendatarios que en poco tiempo abarcó toda la zona pampeana, la primer respuesta del gobierno fue la represión (que no alcanzó las características sangrientas de la anterior), aunque luego se elevó un proyecto de la ley al Congreso que no modificaba en esencia los contratos de arrendamientos, aunque los retocaba.
En la Patagonia los peones rurales comienzan una huelga solicitando mejoras en las condiciones de vida, lo que produjo una represión durísima por parte del ejército, donde docenas de peones fueron perseguidos, torturados y fusilados.
En cuanto a la legislación obrera se introdujeron algunas innovaciones importantes como leyes nacionales, que serían la base para legislación posterior: se reglamentó el trabajo a domicilio, se estableció las condiciones de trabajos a las que podían ser sometidos los niños, se prohibió el trabajo nocturno en las panaderías y se limitó la jornada laboral a 8 horas diarias y 48 semanales.

GOLPE DE 1930

En 1928, Yrigoyen fue reelecto Presidente, pero su segundo gobierno se desarrolló dentro de un panorama económico internacional muy complicado, por la profunda crisis desatada en 1929 y por la creciente oposición interna (representada por los terratenientes, las empresas extranjeras dedicadas a la explotación del petróleo,  los periódicos (Crítica, La Nación y La Prensa, entre otros), y el ejército) , resentida con Yrigoyen por la arbitrariedad con que otorgaba los ascensos y las partidas presupuestarias.

Desatada la crisis económica internacional de 1929, el gobierno nacional actúo con lentitud para remediar el impacto interno. Los ingresos de la aduana disminuyeron a causa de la caída del comercio internacional, numerosas empresas y comercios quebraron, el peso perdió valor con la consecuencia baja de los salarios y aumentos de la desocupación.

Todos los factores mencionados se juntaron y los terratenientes y exportadores buscaron el apoyo de los sectores descontentos del ejército, culminando el 6 de setiembre de 1930 con un golpe militar encabezado por Agustín P. Justo y José F. Uriburu, que derrotó al gobierno de Yrigoyen, y la oligarquía terrateniente retomó el control del Estado.


REFORMA UNIVERSITARIA 1918


Durante el primer gobierno radical se produjo un movimiento estudiantil que reclamaba la Reforma Universitaria. Este movimiento surgió en Córdoba y se extendió no solo a otras universidades nacionales sino latinoamericanas, reclamaba el gobierno autónomo de las Universidades con la participación de los estudiantes, egresados y profesores; docencia libre, asegurando la existencia de cátedras paralelas a las existentes o nuevas, y asistencia a clase en forma libre, además de reivindicar la unidad latinoamericana y la solidaridad con los obreros. Como consecuencia de este movimiento, en 1918 las universidades reformaron sus estatutos y posibilitaron la puesta en práctica de las medidas solicitadas a excepción de la unidad latinoamericana y obrera, que no dejaron de ser sólo una declaración de deseo.

Las reivindicaciones reformistas bregaban por la renovación de las estructuras y objetivos de las universidades, la implementación de nuevas metodologías de estudio y enseñanza, el razonamiento científico frente al dogmatismo, la libre expresión del pensamiento, el compromiso con la realidad social y la participación del claustro estudiantil en el gobierno universitario.

Las bases programáticas que estableció la Reforma fueron:
Cogobierno estudiantil
Autonomía universitaria
Docencia libre
Libertad de cátedra
Concursos con jurados con participación estudiantil
Investigación como función de la universidad
Extensión universitaria y compromiso con la sociedad

PRESIDENCIAS RADICALES

1916-1930 LA REPUBLICA RADICAL


Los sectores sociales que llegaron al poder con el triunfo del radicalismo eran muy diferentes a la generación del 80. El radicalismo, que en sus comienzos expresaba las aspiraciones de los sectores populares criollos apartados de la vida pública por la oligarquía, había luego acogido también a los hijos de inmigrantes que aspiraban a integrarse en la sociedad, abandonando la posición marginal de sus padres. Así adquiría trascendencia política el fenómeno social del ascenso económico de las familias de origen inmigrante que habían educado a sus hijos.

Las profesiones liberales, el comercio y la producción fueron instrumentos eficaces de ascenso social, y entre los que ascendieron se reclutaron los nuevos dirigentes políticos del radicalismo. Deseaban seguir conquistando prestigio social a través del acceso a los cargos públicos, preocupación que en muchos casos era mayor que la de servir a los intereses colectivos.

Yrigoyen llegó al poder en 1916 como indiscutido jefe de un partido que había intentado repetidas veces acabar con el "régimen" conservador por el camino de la revolución. Yrigoyen representaba "la causa", que entrañaba la misión de purificar la vida argentina. Pero, triunfante en las elecciones, Yrigoyen aceptó la herencia  del conservadorismo: los gobiernos provinciales, el parlamento, la justicia y, sobre todo, la estructura económica en el que basaba la vieja oligarquía. Sin duda, le faltó audacia para emprender una revolución desde la presidencia; pero no es menos cierto que su partido estaba constituido por grupos  marginales que aspiraban más a incorporarse a la situación establecida que a modificarla. Lo cierto es que el cambio político y social que pareció traer consigo el triunfo del radicalismo quedó frustrado por la pasividad del gobierno frente al orden constituido. 

Frente a la dispersión de los grupos conservadores, el Partido Radical tenía una fuerte organización. Se iniciaba en los locales partidarios o comités distribuidos por todos los barrios, a través de los cuales hacían conocer sus propuestas los electores. A su vez, los comités dependían de organismos centralizados que permitían la unidad y la coherencia en la toma de decisiones. Para mantener la solidez del radicalismo, Yrigoyen fomentó el sistema de patronazgo sostenido por los dirigentes locales, llamados “caudillos” o “punteros”, que, a cambio de algunos favores esperaban el agradecimiento en forma de votos. Pese a toda esta organización, en el partido no faltaron problemas: en cada provincia abundaban grupos internos que luchaban por alcanzar el control del aparato partidario. 

Como imitaciones de la gran figura del caudillo nacional, comenzaron a aparecer en diversas provincias caudillos locales populares que dieron a la política un aire nuevo. José Néstor Lencinas en Mendoza o Federico Cantoni en San Juan fueron los ejemplos más señalados, pero no sólo aparecieron en el ámbito provincial, sino que aparecieron también en cada departamento o partido y en cada ciudad. El caudillo era un personaje de nuevo cuño, antiguo y moderno a un tiempo, primitivo o civilizado según su auditorio, demagógico o autoritario según las ocasiones; pero, sobre todo, era el que poseía influencia popular suficiente como para triunfar en las elecciones ejerciendo, como Yrigoyen, una protección paternal sobre sus adictos. 

A diferencia de los políticos conservadores, un poco ensoberbecidos y distantes, el caudillo radical se preocupaba por el mantenimiento permanente de esta relación personal, de la que dependía su fuerza, y recurría al gesto premeditado de regalar su reloj o su propio abrigo cuando, se encontraba con un partidario necesitado, a quien además ofrecía un vaso de vino en cualquier cantina cercana, o se ocupaba de proveer médico y medicinas al correligionario enfermo, a cuya mujer entregaba después de la visita un billete acompañado de un protector abrazo. Y cuando llegaban las campañas electorales, ejercitaba una dialéctica florida llena de halagos para los sentimientos populares y rica en promesas para un futuro que no tardaría en llegar.

Fueron los caudillos o sus protegidos quienes llegaron a las magistraturas y a las bancas parlamentarias en los procesos electorales que siguieron a la elección presidencial de 1916, algunos todavía pertenecientes a familias tradicionales, pero muchos ya nacidos de familias de origen inmigrante. Pero a pesar de eso la estructura económica del país quedó intacta, fundada en el latifundio y en el frigorífico y el gobierno radical se abstuvo de modificar el régimen de la producción y la situación de las clases no poseedoras. 

La política económica radical no fue más que una continuación de lo actuado en el período anterior. La economía siguió basada en la producción primaria  agroexportadora. Empero, los precios del mercado internacional, aunque muy lentamente, comenzaron a bajar desde 1914 y los productos manufacturados que el país importaba empezaron a costar más en relación con el precio de los cereales. Así se fue creando una situación cada vez más difícil que condujo a una crisis general de la economía cuyas manifestaciones se hicieron visibles en 1929, al compás de la crisis mundial.

Una industria relativamente poco desarrollada, que había crecido durante la primera guerra mundial pero que se comprimió luego, una organización fiscal que obtenía casi todos sus recursos a través de los derechos aduaneros, y un presupuesto casi normalmente deficitario caracterizaron en otros aspectos la economía argentina durante la era radical.

Por el contrario, ciertos principios básicos acerca de la soberanía nacional, caídos en desuso, fueron   retomados por el radicalismo. Donde no había situaciones creadas, como en el caso del petróleo, Yrigoyen defendió enérgicamente el patrimonio del país. Durante el primer gobierno de Yrigoyen se creó Yacimientos Petrolíferos Fiscales (Y.P.F) para impulsar la explotación del petróleo. Cuando Alvear asumió a la presidencia designó al Coronel Mosconi al frente de Y.P.F, quién logró darle un fuerte impulso con el objeto de lograr el autoabastecimiento y a eliminar la competencia privada.


ACTIVIDAD:
1) Identificá el grupo social, y cuales eran sus objetivos, que impulsa al radicalismo.
2) Describí la figura del "caudillo" y las formas en que se relacionaba con los votantes.
3) Explicá como se desarrolla la política económica de las presidencias radicales.
4) ¿ Cómo describirías la relación del radicalsimo con el movimiento obrero y por qué?

CIENCIA ECONÓMICA

ECONOMÍA, CONCEPTO E IMPORTANCIA

La palabra economía proviene del griego oikonomía, palabra de origen griego que significa administración del hogar. Esta definición indica que antiguamente los problemas económicos se circunscribían al hogar. Pero hace 200 años, con los grandes cambios ocurridos en Europa por la Revolución Industrial, se empezó a estudiar, entre otros temas, el origen de la riqueza de las naciones, la organización de la producción, cómo se determinan los precios, el intercambio internacional, que pasaron a ser los grandes problemas de la economía como ciencia.

UNA PRIMERA APROXIMACIÓN  AL ANÁLISIS ECONÓMICO

El petróleo, el trabajo, las maquinarias, etc. están disponibles en cantidades limitadas. Con estos recursos se producen bienes y servicios (alimentos, vivienda, educación, salud, etc.) para satisfacer las necesidades humanas. La escasez siempre existirá, ya que los deseos son siempre superiores a los medios disponibles para satisfacerlos.
Las personas necesitan vestirse, alimentarse, recibir educación, etc., para ello tienen unos recursos o ingresos que siempre son insuficientes a la hora de conseguir todos los bienes y servicios que desean para satisfacer todas sus necesidades. También el conjunto de personas, tienen necesidades colectivas, como las carreteras, la justicia, la seguridad, etc.
La Economía se ocupa de las preguntas que se originan en relación con la satisfacción de las necesidades individuales y colectivas. La satisfacción de necesidades materiales (alimento, vestido, vivienda) y  no materiales (educación, justicia, seguridad) de una sociedad obliga a sus miembros a desarrollar determinadas actividades productivas. Mediante estas actividades se producen bienes y servicios que se necesitan y que se distribuyen para su consumo entre los miembros de la sociedad.  En este proceso de producción y consumo se plantean y resuelven muchos problemas de carácter económico.
•  Por ejemplo, en la producción, la empresa tiene que decidir qué bienes son los que va a elaborar y qué medios son los que va a utilizar para producir dichos bienes. En el caso de una empresa que produce autos los gerentes tienen que decidir qué modelos lanzan al mercado y si lo van a hacer con una tecnología muy robotizada o si lo van a hacer con otra que emplee más mano de obra.
•  Con respecto al consumo las familias tienen que decidir cómo van a distribuir los ingresos entre los distintos bienes que se le ofrecen para satisfacer sus necesidades.

El proceso de producción

Para existir y reproducirse los seres humanos deben satisfacer sus necesidades. Estas varían según las personas y responden en la mayoría de los casos a un impulso natural (alimentarse) pero existen también necesidades sociales o culturales. Satisfacer estas necesidades  requiere del uso de la energía o fuerza de trabajo. A medida que las necesidades de la humanidad han aumentado en tamaño y en complejidad, el trabajo del hombre ha ido también evolucionando. La satisfacción de las necesidades deja de estar asociada directamente a la naturaleza y comienza a necesitar un proceso de producción.
Así, en una economía moderna, algunos hombres trabajan en las fábricas metalúrgicas, cuyos productos pasan a otras industrias  y después de recorrer una larga cadena de transformaciones, es entregado a los consumidores. Los consumidores, son a su vez, miembros de empresas de todo tipo, que también se encadenan a otros procesos productivos, contribuyen a la producción de bienes, que en mayor o menor medida, alcanzan a los obreros de la metalúrgica.
Podemos afirmar entonces, que un sistema económico constituye un complejo tejido de relaciones por las cuales los hombres llegan a disponer de una amplia gama de bienes, capaces de satisfacer sus necesidades y deseos materiales. De esta forma, los hombres, dividen socialmente el trabajo y actúan integrados mediante una extensa corriente de cambios de productos y prestación de servicios mutuos.

Clasificación de los bienes y servicios

Los  bienes constituyen todas las producciones materiales que satisfacen las necesidades de una sociedad. Los bienes pueden ser de uso y consumo, (por ejemplo un auto), pueden ser bienes de capital, (por ejemplo las herramientas que se utilizan para la producción) y los bienes intermedios o insumos que son aquellos que necesitan una elaboración posterior en otra industria para recién poder consumirse, por ejemplo, el acero, los plásticos, etc.
Los servicios constituyen una amplia gama de actividades que se relacionan con la satisfacción de las necesidades de la población en general y también de las empresas. Algunos de estos servicios son ofrecidos por los Estados – servicios públicos – Comprende por ejemplo los servicios de salud, educación, transporte,
Justicia, etc.; y otros son suministrados por las empresas –servicios privados -.

Los sectores de la actividad económica

En la actualidad, las actividades productivas son muy complejas. Cada vez se produce mayor cantidad y diversidad de bienes y servicios. Los economistas dividen las actividades productivas en tres sectores, que a su vez son muy utilizados para caracterizar las producciones de un país.
•  En el sector primario se ubican las actividades en el que el factor “recursos naturales” es el principal. Este sector está constituido por la agricultura, la ganadería, la minería, la pesca, la explotación forestal.
•  El sector secundario está formado por las actividades que toman sus materias primas del sector primario y las transforman convirtiéndolas en otros bienes. A este sector corresponden las actividades industriales.
• El sector  terciario corresponde a las actividades de servicios, es decir, encaminadas a satisfacer necesidades que no se plasman en productos materiales. Ejemplos de servicios son el transporte, el comercio, los seguros, la educación, los servicios financieros que prestan los bancos. Las actividades de este sector permiten el intercambio entre los tres sectores  económicos y entre las empresas productoras y los consumidores locales o de otros países.

Los factores que intervienen en el proceso de producción

•  Factor trabajo es el esfuerzo humano aplicado a la obtención de bienes. El trabajo abarca los diferentes tipos de tareas necesarias para la producción, la diferencia de calidad y formación de los trabajadores, las condiciones laborales, etc.  No todos los habitantes de un país trabajan. Los que están en condiciones de hacerlo, constituyen lo que se denomina Población Económicamente Activa (PEA).  La población es el  conjunto  de seres  humanos  que viven en un área determinada.
•  Factor capital constituido por maquinarias, equipos, edificios, que  permiten a las empresas producir.
•  Recursos naturales, como la tierra cultivable, las montañas que poseen metales y otros minerales, el mar,  los  ríos,  las  fuentes de  energía. La extracción y posterior transformación de los recursos naturales permite la obtención de diversos bienes.
El empresario se ocupa de reunir y organizar a  los  tres  factores  para producir bienes. Las empresas constituyen las unidades de producción en el sistema económico. Cada factor de la producción recibe una remuneración de acuerdo con su participación en el proceso productivo.

El mercado

Los bienes se producen y utilizan para satisfacer necesidades y deseos. Este uso de los bienes se denomina consumo. Los productores ofrecen sus bienes y los consumidores los adquieren a través de la compra en el mercado. En un mercado se encuentran los vendedores, que constituyen la oferta, con aquellos que poseen el dinero para comprar, que constituyen la demanda.
Hay que tener en cuenta que cuando hablamos de mercado no nos referimos necesariamente a un lugar particular. En el presente no es necesario ir al mercado para comprar y vender. Sin embargo la figura del mercado como punto de encuentro entre la demanda y la oferta sigue siendo útil.
En el mercado de bienes y servicios las familias intercambian dinero  por los productos que satisfacen sus necesidades. En el mercado laboral las familias intercambian trabajo por dinero (salario).

Los Agentes Económicos

La organización de los factores productivos (trabajo, capital, recursos naturales) dentro de las empresas, así como la dirección de sus actividades recae sobre personas o grupos de carácter privado o público que se constituyen en agentes sociales de la producción económica ya que tienen diversos grados de poder de acción y decisión. En general los agentes económicos son: 
• Los empresarios: puede ser una sola persona, una familia, un grupo de individuos que se asocian.  Sus ingresos dependen principalmente de la venta de productos y servicios que ofrecen, los que se destinan, entre otras cosas a pagar impuestos, servicios, adquirir bienes de capital con el objetivo de mejorar la producción, adquirir insumos o bienes intermedios que serán empleados en el próximo proceso productivo.
Las empresas pueden ser públicas o privadas y también mixtas, de acuerdo al origen de los capitales que se invierten. Pueden actuar en una sola región o país o pueden hacerlo simultáneamente en distintos países del mundo, estas son las empresas multinacionales.
•  Las familias como ya hemos estudiado, reciben salarios y compran sus bienes en el mercado. Los ahorros totales de las familias pueden ser depositados en los bancos o invertidos en el mercado financiero. Además financian una parte de los gastos de gobierno a través del pago de impuestos.
•  Los bancos y el mercado financiero: Los bancos utilizan el dinero que proviene de las familias y de
las empresas para prestarlo a otras empresas, a las familias o al Estado a cambio de un interés.
•  Los trabajadores que ocupan cargos de distintas responsabilidades en el proceso productivo: obreros,
técnicos, ingenieros, etc. Suelen agruparse en sindicatos para defender intereses comunes.
•  El estado, que puede intervenir directamente como productor o no, es quien regula las relaciones entre empresarios y trabajadores. Es decir, es el encargado de establecer a través de leyes o decretos, las formas en que deben relacionarse los diferentes agentes económicos y cuáles son los derechos y obligaciones de los mismos.

Actividad I: Economía, concepto e importancia
a)      Leé el texto : Economía concepto e importancia y respondé las siguientes consignas:
1.       Definí los conceptos: ECONOMÍA, SISTEMA ECONÓMICO.
2.       Describí los distintos aspectos de las necesidades humanas.
3.       Escribí ejemplos de cada uno de los distintos tipos de bienes y servicios.
4.       Justificá la siguiente afirmación: “La relación entre producción y consumo es problemática”
5.        Redactá una definición de mercado.

6.       Diferenciá los agentes sociales y la función que cumplen dentro de la producción económica.

sábado, 24 de mayo de 2014

EL TERRITORIO ARGENTINO

1.     LA INTEGRACIÓN DEL TERRITORIO.

El proceso de centralización de la autoridad estatal fue la delimitación y control de las fronteras del territorio nacional. A medida que el Estado Nacional se consolidaba con nuevas instituciones y nuevos recursos estaba en mejores condiciones para afianzar su soberanía sobre regiones más alejadas, estas nuevas tierras que rápidamente eran puestas en producción, aportaban nuevas fuentes de ingresos para el Estado Nacional.

Durante la presidencia de Avellaneda, se extendió la frontera sur ante el reclamo de los terratenientes bonaerenses por la inseguridad que representaban las poblaciones aborígenes y la necesidad de expandir las tierras de cultivo. El avance de la línea de frontera se desarrolló en dos etapas: En la primera, hasta 1877, se avanzó según el plan diseñado por Adolfo Alsina, ministro de Guerra. El plan consistió  en la construcción de una línea de fortines unidos entre si por una gran zanja que separaba la frontera con los indígenas. Este plan tenía como objetivo asegurar los territorios “ganados” a los indios. Su función era defensiva y buscaba evitar los arreos de ganado de los “malones”.

Después de 1877, el general Julio A. Roca, sucedió como ministro de Guerra a Alsina y ejecutó un nuevo criterio que consistió en emprender  una campaña mucho más agresiva, “La campaña del desierto”. Propuso enfrentar a los indígenas directamente, con toda la fuerza militar disponible y obligarlos a retirarse al sur del río Negro. Hacia 1881, el objetivo se había cumplido con el sometimiento de 14.000 indígenas y la incorporación de 15.000 leguas de tierra al territorio nacional.

LA CAMPAÑA DEL CHACO: En 1879 la región chaqueña seguía siendo dominio indiscutido de los indios, que desde sus bosques realizaron incursiones a las fronteras de Córdoba y Santiago del Estero. La campaña que había preparado Roca, con los máximos recursos del país, no le permitió realizar operaciones de importancia en aquel frente. Entonces, los colonos de Santa Fe reunieron por su cuenta voluntarios al mando de Benjamín Moore y obligaron a los indios a mantenerse lejos de la frontera en sus tolderías.

Desde Reconquista, en agosto de 1879, partió una expedición de 130 hombres mandados por el coronel Manuel Obligado, quien marchó once días y llegó a Los Pozos. Allí descubrió una rastrillada de indios que arreaban ganado mayor, supuso que se trataba de la tribu de Juan José Rojas y torció la expedición al norte para ir en su busca. Se enteró de la presencia de Rojas en Las Chuñas y marchó hacia allí, pero los perros denunciaron los preparativos del ataque y los indios emprendieron la fuga.

El coronel Obligado les cortó la retirada y los obligó a combatir. El 13 de setiembre, en media hora de lucha, murieron 32 indios y se hicieron 79 prisioneros; los demás integrantes de la toldería, incluso los heridos, y los de otras tribus vecinas se internaron en el monte.

Después de algunos encuentros el 3 de octubre la columna acampó cerca del ?aran~ y regresó a Reconquista el 12, después de haber recorrido más de 750 Km. del Chaco santafecino y comprobar que las cañadas del Sauce eran un punto de partida para operaciones hacia el centro del Chaco Austral. La expedición dejó en pie y sin escarmentar a tribus con sus caciques como los hermanos Rojas, Petizo, Cambá, Rico, Inglés y otros, que estaban en condiciones de emprender nuevos ataques contra Resistencia, Ocampo y otras colonias.

A pedido de la provincia de Corrientes, a la cual le interesaba un camino que la vinculase al noroeste del país y a Bolivia, el gobierno nacional dispuso una expedición con ese fin. Desde 1 870 no se había hecho nada en la frontera norte para conquistar territorios en poder de los indios, al norte del río Salado y su prolongación desde Santiago del Estero a la costa del Paraná.

En 1880 se le encomendó al mayor Luis Fontana una expedición que partió de Resistencia con destino a Salta. La columna estaba formada por unos 60 hombres, de los cuales 29 eran zapadores armados, con 80 caballos, 20 mulas aparejadas y un carro con víveres secos y algunos bueyes de consumo. El 4 de febrero partió, y su marcha se prolongó durante 1 03 días, dejando abierta una picada de 520 Km. que vinculaba Resistencia con Colonia Rivadavia en el Bermejo Medio.

A 60 Km. al noroeste de la confluencia de los ríos Teuco y Bermejo, se produjo el único encuentro con los indios, en La Cangallé, llamada después Arias. Los expedicionarios, con sus armas de fuego y su disciplina, vencieron a los indios. Durante el encuentro el mayor Fontana fue herido y llegó al Fuerte Gorriti sin cabalgadura y el 5 de agosto fue auxiliado por el jefe de la frontera de Salta y pudo así llegar a Colonia Rivadavia.

Roca no estaba satisfecho con los avances obtenidos y cuando asumió la presidencia en 1 880, emprendió nuevas operaciones contra los indios. A tal efecto, el ministro de Guerra, general Benjamin Victorica, encomendó al comandante de la línea de río Negro, Villegas, una expedición sobre el territorio de Neuquén, donde tenían su refugio las tribus que se mantenían hostiles. Villegas limpió la región, y el 10 de abril de 1881 sus tres brigadas se reunieron en las nacientes del río Limay, a orillas del lago Nahuel Huapí. Las depredaciones de los indios no terminan, y en junio del mismo año alrededor de 200 araucanos invaden audazmente la provincia de Buenos Aires, por la zona de Puán. Muchos pequeños caciques se resistían a llevar una vida pacífica en las reducciones y ofrecían una tenaz resistencia. Otros eludieron la persecución del ejército y buscaron refugio en Chile.

Villegas tuvo que replegar sus tropas hasta sus antiguas guarniciones, pues carecían de equipos adecuados para enfrentar el invierno al pie de la zona de la Cordillera. Los indios recuperaron sus esperanzas de éxito ante el repliegue del ejército. A su vez. Villegas comprob6 en su expedición a Nahuel Huapi, que era necesario dominar ¡as entradas de los pasos cordilleranos, pues, en caso contrario, los indios podrían repetir desde Chile sus invasiones.

En la primavera de 1882 el ejército inició un movimiento de avance hasta la misma cordillera. Para el otoño de 1 883 las tropas de Villegas habían batido minuciosamente todo el territorio cordillerano hasta el límite con Chile. Esta campaña, llevada con tanto éxito, aseguró la frontera meridional en forma definitiva. Esta expedición también dio como resultado la imposibilidad de toda acción en esa zona, razón por la cual el cacique Namuncurá se sometió con toda su tribu el 24 de marzo de 1G84 a Villegas.


En la Patagonia se desarrolló la etapa final de la lucha contra el indio; allí vagaban los restos de las tribus rebeldes bajo el mando del cacique Sayhueque. El gobernador de la Patagonia y jefe de su guarnición, general Lorenzo Winter, emprendió una campaña que se desarrolló entre 1 883 y 1885, para terminar con ellos. En el transcurso de las operaciones se entregó prisionero el poderoso cacique Sayhueque con las indiadas de los caciques lnakayal y Foguel. Esta campaña dio término a la lucha de fronteras.

LA CONFORMACIÓN DE LOS GRUPOS DOMINANTES Y SUBORDINADOS

La formación del Estado Nacional fue un proceso marcado por contrastes, su afianzamiento no fue exclusivamente fruto de la violencia militar. El Estado utilizó distintas estrategias que le permitieron captar el apoyo de grupos dirigentes que controlaban el gobierno a nivel provincial y de sectores urbanos que se vieron favorecidos por la transformación de las capitales provinciales en centros administrativos.
El gobierno central logró cooptar a estos grupos provinciales mediante el otorgamiento de subvenciones a los gobiernos provinciales y la ampliación de la burocracia estatal. Las partidas de dinero que el Estado Nacional otorgaba a los gobiernos provinciales les permitían hacer frente a los gastos administrativos.

En muchos casos estas subvenciones superaban los ingresos que por la vía de los impuestos recaudaban las provincias. Mediante el mecanismo de ampliar las partidas o suspenderlas según los estados provinciales apoyaran las políticas nacionales, el gobierno central logró controlar las alianzas con los grupos dirigentes provinciales.

Por otra parte, el gobierno central, contaba con otra estrategia para lograr el apoyo de importantes sectores de la población. La administración del Estado requería ampliar el empleo público, los puestos de maestros y profesores, de funcionarios públicos, de las fuerzas armadas, policía, del poder judicial fueron ocupados por miembros de la población urbana provincial. Estos funcionarios y empleados públicos sirvieron de base de legitimación de los poderes centrales y provinciales movilizados en las elecciones.

Entre 1862 y 1880, el Estado debió disciplinar a la población rural autóctona para imponer el nuevo “orden”. Para los grupos dirigentes era necesario impulsar un veloz proceso que permitiera imponer los principios liberales a los que asociaban con el concepto de “civilización” y “progreso”. Los políticos e intelectuales liberales consideraban que los indios y los gauchos vivían en un estado de “barbarie”, incapaces de apreciar las ventajas del progreso y la vida social basada en los principios liberales.

El combate a las montoneras y el disciplinamiento de la población rural eran necesarios para imponer un nuevo tipo de relaciones laborales que permitieran aprovechar la escasa mano de obra. Se prohibieron las reuniones de “vagos y malentretenidos” en las pulperías, y se aplicó el criterio de que todo aquel que no estuviera empleado debía enrolarse obligatoriamente en el ejército. Las autoridades exigían la “papeleta de conchabo” que extendían los empleadores rurales a sus peones contratados.  Quienes no poseían una eran enviados a la frontera interior, una extensa línea de fortines con gauchos enrolados a la fuerza que aseguraban la frontera con “el indio”.


Esta situación es narrada en un folleto aparecido en 1872, titulado El gaucho Martín Fierro, escrito por el estanciero, político y poeta, José Hernández. En este relato, además de narrar la vida y las costumbres del gaucho, el propósito del autor  es mostrar los cambios que se estaban produciendo en el mundo rural.

RESISTENCIAS Y REBELIONES CONTRA EL PODER CENTRAL


Los movimientos contrarios al Estado Central se originaron por distintos motivos y fueron impulsados desde distintos grupos sociales. En el interior y el Litoral, los movimientos de resistencia estuvieron encabezados por caudillos federales que reclamaban medidas para mejorar las condiciones de vida en sus provincias. En la provincia de Buenos Aires, fueron lideradors por los grupos autonomistas se oponían a la federalización de la ciudad de Buenos Aires.

Las autoridades nacionales tuvieron diferentes respuestas frente a estas resistencias y alzamientos, reprimieron a los primeros utilizando la violencia militar, y, en el caso de Buenos Aires, establecieron acuerdos y compromisos con los autonomistas porteños que gobernaban la provincia de mayor poder económico.

Entre 1862 y 1863, “El Chacho” Peñaloza se rebeló contra el gobierno central en La Rioja. En 1863 le escribió al Presidente Mitre: “No se han cumplido las promesas hechas tantas veces a los hijos de esta desgraciada patria. Los gobernantes se han convertido en verdugos de las provincias, atropellan las propiedades de los vecinos y destierran y mandan a matar sin juicio a ciudadanos respetables por haber pertenecido al Partido Federal”. Las fuerzas nacionales derrotaron a las tropas montoneras y el Chacho fue muerto a lanzazos en noviembre de 1863.

En 1866, Felipe Varela, quien había sido lugarteniente del Chacho Peñaloza, lideró un movimiento contra el gobierno nacional que se extendió por las provincias de Cuyo, Córdoba y Catamarca. En su proclama de 1866 afirmaba que…”Desde que Mitre usurpó el gobierno de la Nación, el monopolio de los tesoros públicos y la absorción de las rentas provinciales vinieron a ser patrimonio de los porteños, condenando al provinciano a cederles hasta el pan que reservaba para sus hijos. Ser porteño es ser ciudadano exclusivista y ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin libertad, sin derecho.”. También se opuso a la participación del país en la guerra del Paraguay por considerar que se destruía la unión americana en beneficio de Gran Bretaña. Nuevamente el ejército nacional debió combatir a las montoneras que fueron derrotadas y Varela abandonó el país en 1869.

Entre 1870 y 1873, Ricardo López Jordán, gobernador de la provincia, encabezó en Entre Ríos levantamientos que desafiaron al gobierno central. Se oponía a la unificación política y a la centralización de la autoridad estatal. Sarmiento, presidente desde 1868, había manifestado públicamente que estaba dispuesto a hacer cumplir la Constitución  en todos sus aspectos y que, para lograrlo no haría diferencias entre amigos y enemigos. Con este fin aprobó la pena de muerte para los desertores del ejército y para los caudillos tomados prisioneros.

La falta de trabajo regular estimuló la formación de montoneras como un medio para obtener recursos para la subsistencia. La situación económica en las provincias era asfixiante y el gobierno central no tenía interés en desarrollar políticas destinadas a impulsar el desarrollo económico. Por este motivo, en algunas provincias creció el apoyo popular a algunos antiguos jefes federales que fueron liquidados por el ejército nacional.

En 1862, luego de la apertura de las sesiones del Congreso Nacional, fue aprobado un proyecto elevado por Mitre que proponía federalizar toda la provincia de Buenos Aires. La legislatura de la provincia de Buenos Aires rechazó el proyecto y se opuso también a la federalización de los territorios de la Ciudad de Buenos Aires. En la provincia de Buenos Aires se dividieron las opiniones entre autonomistas y nacionalistas. Los primeros se oponían a que se federalizara cualquier territorio de la provincia o la Ciudad de Buenos Aires.

En un principio se llegó a un acuerdo “de compromiso” por el cual la legislatura aceptó que las autoridades residieran en Buenos Aires por cinco años hasta que se resolviera el conflicto. Transcurrido este plazo, desde 1867 hasta 1880 el gobierno nacional presidido por Sarmiento y luego por Avellaneda permaneció en la ciudad en calidad de “huésped”.

Los nacionalistas tenían mayoría en el Congreso Nacional pero los autonomistas tenían la mayoría en la legislatura provincial.  El conflicto se resolvió por la fuerza en 1880, las tropas de Buenos Aires al frente del gobernador Carlos Tejedor, se enfrentaron al Ejército Nacional al mando de Julio A. Roca, presidente electo, quien derrotó a los autonomistas tras sangrientos enfrentamientos y, el 20 de septiembre de 1880, se sanciona la federalización de Buenos Aires y su aduana. Este año marca el fin del último levantamiento contra el Estado Nacional.


LA ARGENTINA LIBERAL

Organización del Estado Nacional.

Hacia mediados del siglo XIX, la consolidación del capitalismo en Europa occidental dio lugar a la formación de un mercado mundial y la división internacional del trabajo. El capitalismo ofrecía perspectivas favorables para que nuestro país se insertara en este nuevo modelo que proponían las economías industriales.

El desafío planteado en nuestro país consistía en la implementación de un programa de modernización del Estado impulsado por un poder centralizado  capaz de controlar la política y la economía, así como también de desarrollar un sentimiento compartido de nación entre sus habitantes. Entre 1862 y 1880 se fue consolidando una nueva alianza social formada por comerciantes y terratenientes, tanto del litoral como del interior, interesados en impulsar y expandir las exportaciones agropecuarias demandadas por el mercado internacional.

Esta posibilidad de organizar un Estado centralizado hacía necesario someter las voluntades de los grupos dominantes durante la etapa posterior a la independencia. Las autoridades nacionales fueron tomando bajo su control funciones que hasta la firma de la Constitución les correspondían a los Estados Provinciales.  En este sentido los principales esfuerzos de la consolidación del Estado se concentraron en la organización de un ejército que monopolizara el uso de la fuerza y de una organización del sistema de impuestos que permitiera sostener los gastos de la nueva estructura política.

Las primeras presidencias nacionales fueron ocupadas por hombres que respondían a la ideología liberal y bajo esta influencia modelaron al Estado Nacional entre 1862 y 1880, las primeras magistraturas fueron ocupadas por Bartolomé Mitre, hasta 1868; Domingo F. Sarmiento, hasta 1874; y Nicolás Avellaneda hasta 1880.

El Estado liberal debió crear una nueva estructura que permitiera su desarrollo, para ello formó el ejército, la corte de justicia, el banco nacional, la emisión de papel moneda, la administración de aduanas y la contaduría general de la nación. Dentro de esta organización se hizo necesario unificar el derecho mediante la creación de códigos civiles, penales y comerciales. Para la difusión de estos nuevos marcos de legalidad se impulsó la educación pública y gratuita. El Estado nacional se apropió también de funciones tradicionalmente realizadas por la Iglesia, como el registro civil de las personas.

La modernización del estado hizo necesaria la utilización de los nuevos avances tecnológicos que permitieran articular estas acciones por medio de la instalación de telégrafos y ferrocarriles. La incorporación  del nuevo estado a la economía internacional hacía necesaria la incorporación de nuevos territorios donde extender este sistema de dominación para lo cual se procedió a ampliar las fronteras de la civilización. El ejército fue utilizado para el exterminio de las poblaciones nativas con el fin de incorporar sus territorios a las áreas de producción orientadas a la nueva organización y división internacional del trabajo. Esta avanzada, concretada en 1880 sobre las tierras marginales, y el control de las antiguas áreas mediante el sofocamiento de los alzamientos organizados por los líderes de las provincias que quedaban excluidas del nuevo orden, permitieron la consolidación del gobierno nacional.


LEY 8871, SAENZ PEÑA


En 1902 se produce una división en el Partido Autonomista Nacional por causa de la sucesión del presidente Julio A. Roca. El candidato propuesto por la junta del P.A.N. era el ex presidente Carlos Pellegrini. Sin embargo,  la decisión de Roca fue impulsar al abogado Manuel Quintana como candidato para las elecciones presidenciales de 1904. Por causa de este enfrentamiento los conservadores se fracturan en dos grupo: los "autonomistas nacionales" o roquistas, con su política de mantener el fraude electoral, y los "autonomistas" o pellegrinistas, que se separan del P.A.N.

El aumento de la agitación social reflejada en las revoluciones radicales, los atentados anarquistas y las huelgas obreras,  preocupaban  a los pellegrinistas. Los “autonomistas” deseaban encauzar  las protestas incorporando en el espacio político a los nuevos actores sociales. Para ello se hacía necesario ampliar la representación en el Congreso con los principales partidos opositores, la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista. De esa manera, se debilitaría a las dos grandes fuerzas sociales que enfrentaban al orden conservador: el sindicalismo y el anarquismo.

Con el apoyo de Roca, Quintana logró imponerse, por medio del fraude, en las elecciones nacionales en 1904. Los actos electorales se caracterizaban por dos aspectos: Por una parte, sólo una  mínima  parte de  la  población participaba  de los  mismos.  En  las  11 elecciones  Presidenciales previas a 1912 la participación  electoral  alcanzó  en promedio tan sólo el  1.7 %  de la población total.

Por otra parte, las elecciones eran manipuladas a través de diversos  mecanismos  de fraude  electoral.  Para votar era necesario empadronarse e integrar un Registro Electoral, en general,  el   fraude   comenzaba   con  la inscripción indebida y la omisión de nombres en el registro. Ciudadanos  ausentes y  aún  muertos  formaban parte de los registros. Otro mecanismo fue el utilizado por los comités partidarios que concentraban en lugares estratégicos a sus adherentes, donde  votaban  al  mismo tiempo.

Estas concentraciones de votantes dispersaban a la oposición, que no se atrevía a acercarse a los lugares habilitados para votar. Otro de los mecanismos consistía  en  “cambiar” los votos emitidos  a través de la destrucción y el remplazo de las boletas. También,  la compra de votos; los ciudadanos recibían un vale al emitir su voto y éste se transformaba en efectivo en el comité del  partido.

PROPORCIÓN DE VOTANTES EN ELECCIONES PRESIDENCIALES.
AÑO
PRESIDENTE
ELECTO
NÚMERO DE VOTANTES
POBLACIÓN
TOTAL
% DE VOTANTES
1862
Mitre
14,000
1,400,000
1.0
1868
Sarmiento
16,900
1,688,000
1.0
1874
Avellaneda
25,800
2,154,000
1.2
1880
Roca
52,800
2,640,000
2.0
1886
Juarez Celman
61,900
3,094,000
2.0
1892
L. Saenz Peña
77,200
3,858,000
2.0
1898
Roca
89,200
4,462,000
2.0
1904
Quintana
143,000
5,716,000
2.5
1910
R.Saenz Peña
199,000
7,092,000
2.8
Fuente: Statistical Abstract of Latin America, Cap. 34.   

En 1910 llegó a la presidencia Roque Saenz Peña. Su elección fraudulenta representa a un gobierno que comienza en el marco de la ilegitimidad y termina legitimado por el ejercicio honesto del poder. Desde el gobierno se propuso legitimar el sistema democrático mediante una reforma electoral. La reforma electoral promovida por Saenz Peña se estableció por medio de tres leyes: las leyes 8.129 y 8.130 de 1911, y la ley 8.871 sancionada en 1912.  La primera de ellas establecía el servicio militar obligatorio y  la unificación de los registros electorales con los registros militares.  La segunda encomendaba a los jueces electorales la formación de los padrones. Finalmente, la ley 8871 (usualmente llamada ley Saenz Peña), sancionada por el Congreso en 1812, estableció sobre la base de los nuevos padrones , el sufragio masculino universal, secreto y obligatorio para todos los ciudadanos nativos o naturalizados mayores de 18 años.
ARTÍCULO 77 DE LA LEY SAENZ PEÑA

Los objetivos de la nueva legislación eran claros: con el fin de promover la participación, el voto se hacía obligatorio; y para reducir al mínimo las acciones delictivas, se determinaba que el ejército se haría cargo de la custodia de las elecciones. Los métodos para hacer campaña electoral se modificaron , y el fraude electoral  ya no fue posible.

En las elecciones presidenciales de 1916, bajo la Ley Saenz Peña, se impone el candidato radical Hipólito Yrigoyen, con el 45,6 % de los votos, sobre el partido consevador con el 20%. La incorporación del nuevo electorado permitió la ampliación de la representación política de un amplio sector social, aumentando el porcentaje de votantes a un 75% de la población masculina adulta.

http://www.ucema.edu.ar/u/eez/Publicaciones/La_Ley_de_Sufragio_Universal_Secreto_y_Obligatorio/sec3.PDF